Ensalada de Jícama - Cocina Mexicana de Claudia Peragallo

Ensalada de Jícama.

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La jícama, también conocida como «nabo mexicano», es un tubérculo originario de México y Centroamérica. Este ingrediente ha sido parte de la dieta de los pueblos indígenas de la región desde tiempos precolombinos. La jícama es valorada por su textura crujiente y su sabor ligeramente dulce, similar a una manzana o una pera, pero con menos azúcar. Es especialmente popular en ensaladas y botanas debido a su frescura y capacidad de combinar bien con otros sabores. La ensalada de jícama es un platillo refrescante y ligero, ideal para climas cálidos y perfecta para acompañar una comida mexicana.

Nivel de dificultad

Fácil, requiere 20 minutos en su preparación.

Lo que necesitas

1 jícama grande, pelada y cortada en juliana (bastones delgados)
2 zanahorias medianas, peladas y cortadas en juliana
1 pepino, pelado y cortado en juliana
1 pimiento rojo, cortado en tiras finas
1/4 de col morada, finamente rallada
1/4 taza de cilantro fresco, picado
El jugo de 2 limones
2 cucharadas de jugo de naranja
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
1 cucharadita de chile en polvo (opcional)
1/2 taza de granada (opcional, para decorar)

Preparación

Preparación de la Ensalada:

En un tazón grande, combina la jícama, zanahorias, pepino, pimiento rojo y col morada.
Añade el cilantro picado y mezcla bien para que todos los ingredientes se integren.

Preparación del Aderezo:

En un tazón pequeño, mezcla el jugo de limón, jugo de naranja y aceite de oliva.
Sazona con sal, pimienta y chile en polvo al gusto.
Bate bien el aderezo para emulsionarlo.
Vierte el aderezo sobre la mezcla de vegetales y revuelve bien para que todos los ingredientes queden cubiertos de manera uniforme.
Deja reposar la ensalada en el refrigerador por al menos 15 minutos antes de servir para que los sabores se mezclen bien.
Justo antes de servir, puedes decorar la ensalada con granos de granada para darle un toque de color y sabor adicional.

Se acompaña con

La ensalada de jícama se sirve mejor fría, lo que la convierte en una excelente opción para días calurosos o como acompañamiento refrescante en una comida más pesada. Puedes presentarla en un plato grande o en porciones individuales, decorada con hojas de cilantro fresco y granos de granada si los has utilizado. Es ideal como entrada o como guarnición para platos principales como tacos, pescados o carnes a la parrilla.